Desarrollo y conductas habituales de los adolescentes.

Para entender mejor los procesos que acompañan al adolescente y a su familia, podemos establecer una división en tres estadios temprana, media y tardía.

Adolescencia Temprana (10-14)

Desarrollo Físico: Intensa preocupación por el cuerpo y los cambios puberales y gran sensibilidad a los diferentes tiempos de desarrollo individuales. En las mujeres, los cambios puberales aparecen uno o dos años antes que en los varones. Es el momento en que crecen mas rápido y los sobrepasan en altura. El año en que mas crecen suele estar alrededor de los 12 años y es anterior a la menarca.
Desarrollo emocional: Cambios frecuentes de humo e hipersensibilidad. Simultaneidad de reacciones infantiles y otras aparentemente adultas. Intentos de autonomía y separación de los padres. Desafío a la autoridad parental. Búsqueda de emociones nuevas.
Desarrollo Social:  Apego a amistades infantiles. Influye el grupo de pares, generalmente del mismo sexo. 




Adolescencia Media (14-18)


Desarrollo Físico: Las mujeres alcanzan el desarrollo físico completo. Los varones continúan ganando peso y fuerza muscular. Alrededor de los 14 años es cuando mas crecen y superan en estatura a las mujeres. Se logra la madurez reproductiva.

Desarrollo Emocional: Se va afirmando la identidad sexual. Hay una búsqueda del placer libidinal: aflojan los intereses sexuales ligados a lo genital y los deseos de satisfacerlos. Puede haber dificultades en asumir responsabilidades vinculadas a la sexualidad. Oscilan entre sentimientos e inseguridad, arrollo y timidez. Disminuyen los sentimientos ambivalentes y las regresiones infantiles.
Desarrollo Social: Fuerte identificacion con grupos de pares, en general mixto de varones y mujeres, con habitos positivos  negativos.





Adolescencia Tardía (18 y mas años)


Están en el umbral del mundo adulto. Hay mayor logro de autonomía y afirmación de la identidad. Las relaciones con los padres van cambiando y se convierten en relaciones adultas.
Adquieren la capacidad de imitar y es frecuente un mayor compromiso afectivo con la pareja. El desarrollo del pensamiento formal permite el logro de la capacidad de introspección, de un mejor planeamiento del futuro y del actuar en consecuencia. Reaparece el reconocimiento de valores y normas básicos.